Esta investigación lo llevó a la conclusión de que los hombres que asisten regularmente a los servicios cristianos tienen matrimonios más fuertes y felices, y además están más involucrados en las vidas de sus hijos, que aquellos hombres que no asisten a ninguna iglesia.
El “70 por ciento de los esposo que asisten a la iglesia regularmente afirman ser ‘muy felices’ en sus matrimonios, comparados al 59 por ciento de los esposos que raramente o nunca asisten a la iglesia”, explicó Wilcox, quien agregó que los estudios indicaban que las mujeres experimentan una mayor felicidad marital cuando sus maridos asisten a los servicios religiosos regulares.
Esto es posiblemente una de las razones más significativas de por qué los estudios revelaron que las parejas casadas que asistieron a los servicios regulares cristianos, eran aproximadamente 35 por ciento menos probable de divorciarse, que aquellas parejas que no asistieron a los cultos religiosos.La investigación de Wilcox también examinó el efecto que tiene la religión en las relaciones entre los padres y sus hijos.
Según reveló el estudio, los padres que asistieron a los servicios regulares cristianos pasaban en promedio dos horas más de la semana en actividades con sus niños que aquellos padres que no asistieron a los servicios regulares.
Los padres cristianos además de pasar más tiempo con sus hijos, demostraron que el 65 por ciento de ellos tendían a ser más afectuosos y cariñosos con sus hijos.Los estudios revelaron que los niños nacidos dentro del matrimonio tenían “relaciones más estables, cariñosas y coherentes” con sus padres.
Según la investigación de Wilcox, los hombres que asisten a la iglesia son más probables de concebir hijos dentro del matrimonio que aquellos hombres que no van a la iglesia.
Wilcox concluyó el reporte de su investigación recomendando totalmente los efectos positivos que la religión tiene en los esposos y padres: “Este expediente proporciona una serie de evidencias que indican que la religión es una respuesta a la problemática masculina - esa es, la tendencia de los padres de llegar a separarse, emocional o físicamente de sus hijos y las madres de sus hijos.
Encuentro que los padres cristianos, y que tienen amigos que son cristianos tienden - en promedio - a tener matrimonios felices, a ser más comprometidos, ser padres cariñosos, casarse y mantenerse casado con la madre de sus hijos.